lunes, 27 de diciembre de 2010

La Ultima Reunión

Hacia el Concilio nos dirigíamos la noche en que recibí la carta relacionada a West Yard et Hall. El Triangulo era el lugar mas peligrosos de todo el archipiélago Caribe. En medio de este Concilio se explicaría mi caso. El Concilio se reunía una vez a la semana, siempre durante la noche. Esta reunión se realizaba en una gruta secreta localizada en Isla Pirata. La entrada a la gruta era a través del acantilado debajo del fortín de Cerro Mesa. La ruta para llegar a esta gruta solo debía ser conocida por los miembros del Concilio. Sin embargo algunos miembros de confianza teníamos conocimiento de la ubicación secreta de; aposento de reunión. Esa noche, los tres miembros del Triangulo buscaron a sus acompañantes y emprendieron el camino hacia la cueva secreta.

Silma llegaba a la gruta secreta por aire. Una vez se ocultaba el sol, la Gárgola sobreviviente del Banque de L'Europe rompía su cubierta de piedra y se levantaba de su sueno diario. El proceso de levantarse de su sueno diurno en realidad era un proceso de metamorfosis. Una vez amanecía y el sol aparecía en el horizonte, la piel y órganos internos de una gárgola se convertían en piedra. Una vez la metamorfosis ocurría, la bestia perdía total conocimiento. Durante el día, era totalmente vulnerable. Por esto, Silma hacia vigilar el acantilado donde descansaba su Gárgola con unos cien piratas. Al ocultarse el sol, la transformación comenzaba; primero los órganos internos y finalmente la piel. Tan pronto despertaba se lanzaba al acantilado y alzaba el vuelo hacia su dueña. Cuando llegaba al fortín todavía le quedaban pedazos de piel petrificada pegados sobre su cuerpo. Estos pedazos eran consumidos por los piratas para adquirir fortaleza física. Los días en que se reunía el Concilio, Silma lo esperaba de pie en el borde del acantilado. Una vez el subía volando del acantilado ella se aferraba a su cuello y volaban hacia la entrada de la cueva secreta.

Diana siempre asistía a la reunión del concilio con dos de sus seguidores; normalmente una chica y un chico. La ruta para ellos tres era mas ardua; comenzaba con la transformación licantrópica, luego saltaban del acantilado hacia el mar y finalmente escalaban la pared rocosa con sus garras hasta llegar a la entrada de la gruta. Diana cargaba en su cuello un collar que contenía cinco viales. Cada uno de estos viales contenía su sangre lupina. .Cada vial contenía aproximadamente una cucharada de su sangre. Esta era la cantidad suficiente para lograr una transfiguración licantrópica temporal de un individuo. Este individuo sin embargo debía haber sido mordido por un hombre-lobo previo a beber sangre lupina. La mordida del lobo preparaba el cuerpo humano para la transfiguración; aceleraba el metabolismo, aumentaba sus sentidos y aceleraba la regeneración de tejidos. Si el individuo no había sido mordido, antes de tomar la sangre del hombre-lobo, este no podía asimilar los efectos de la transfiguración y sufriría un muerte dolorosa. Muchos habían padecido este final; por avaricia habían tratado de robar la sangre de Diana mientras dormía y habían muerto en el intento. Cuando llegaba el día de reunión del Concilio, Diana escogía a dos de sus seguidores para emprender el viaje hacia el aposento de reunión. Como deben imaginar, ella los mordía para preparar sus cuerpos y les daba un vial con su sangre a cada uno de ellos. Ellos ingerían la sangre y su proceso de transformación comenzaba. Los escogidos para acompañar a Diana a la reunión del Concilio, eran siempre escogidos personalmente por ella al ultimo momento y nunca se les informaba los detalles de la travesía. Una vez mordidos por la mujer-lobo estos perdían la voluntad propia.

Las noches en que el Concilio se reunía, Ettie V y yo seguíamos el camino que bordea el Gran Río hasta llegar a la costa oeste de Isla Pirata. Una vez en la costa, tomábamos un bote y remábamos hacia el acantilado que protegen el fortín de Cerro Mesa. Allí, cerca de los arrecifes, amarrábamos nuestro bote y nadábamos hacia el acantilado. Escalábamos el acantilado utilizando las raíces de los arboles ficus que crecían en las paredes del acantilado. Esta era la ruta que seguíamos siempre para llegar a la gruta secreta. Nunca bajábamos hacia la gruta desde el tope de Cerro Mesa por que el acantilado era muy empinado y pedregoso. Dependiendo que tan rápido emprendiéramos nuestro viaje, lográbamos ver el salto salvaje de los tres lobos al mar o el vuelo tácito y calmado de la Gárgola. Lo que si estaba siempre claro era que Ettie V y yo eramos los últimos en llegar a la cámara de la reunión. No era para menos, nuestra ruta era la mas larga de todas.

Durante ese ultimo viaje, Ettie V y yo hablamos sobre mi intención de dejar Isla Pirata y de buscar fortuna en Isla Magna. Ella entendía que era una oportunidad única en la vida la cual no podía desperdiciar. Aun cuando esto requeriría alejarme de todas las personas que había llegado a querer en Isla Pirata. También platicamos sobre nuestra amistad. Nuestra amistad, ella me indico, duraría por toda nuestra vida natural estuviéramos cerca o no. Nuestra amistad era la única razón por la cual habíamos sobrevivido durante estos últimos meses. Me explico, que ya no existía de mi parte una deuda de vida hacia ella. Por nuestra amistad, ella había renunciado a este derecho, frente al Concilio, hacia meses atrás. En fin, era libre de seguir mi camino y ella estaba feliz que hubiera encontrado una vez mas mi norte. Ella estaba feliz por mi y yo estaba triste por tener que irme. Así continuamos hasta llegar a la entrada de la gruta.

En la entrada de la gruta encontramos a Hektor. Hektor, era el nombre de la Gárgola que acompañaba a Silma. Como siempre, estaba parado en la entrada de la gruta con sus alas recogidas las cuales le servían de cubierta. Como siempre nos asustaba con su aspecto serio y su mirada de piedra. Su apariencia pétrea continuaba aun cuando estaba en su estado despierto. Hektor solo le dirigía la palabra a Silma y evitaba todo tipo de gesto comunicativo con el resto de los piratas de Cerro Mesa. En el fondo, Hektor odiaba con todas sus fuerza a los piratas, especialmente los de Cerro Mesa. El sabia que estos mismos piratas habían destruido a sus tres hermanos durante el saqueo al edificio del Banque de L'Europe. Todo esto por las ansias de tesoro. Un tesoro que nunca encontraron ese día. Pero eso es otra historia. El esperaba con , el día en el cual la dominación del amuleto de Silma no funcionara mas. Cuando ese día llegue, había jurado que quemaría Cerro Mesa y que prepararía un gran festín con sus habitantes. final de ese día, prepararía instrumentos musicales con los esqueletos de sus victimas y quemaría sus entrañas en honor a sus hermanos caídos en La Nouvelle-Corsica. A Silma la dejaría para el final. Quería que viera como su ejercito era reducido a la nada. A veces el pensaba que no la llegaría a asesinar. Sobre todas las cosas, Silma no dejo que lo destruyeran en La Nouvelle-Corsica. Cierto que lo había esclavizado pero ya el había aprendido a amarla. Tal vez al final, cuando ese día llegue, el podría corresponderle con la misericordia de la esclavitud.

Después de encontrarnos con Hektor, pasamos a la primera cámara de la gruta. Este era un espacio cerrado con un techo de unos veinte pies de alto lleno de estalactitas . En el medio de este primer aposento había un manantial de agua cristalina. Cuando llegamos a este aposento, los tres lobos estaban bañándose en las aguas del manantial. La primera en cambiar a su estado humano fue Diana. La transformación de un lobo a humano siempre es un espectáculo maravilloso. Los huesos cambian de forma, las garras y colmillos se retractan, el pelaje se desprende del cuerpo y la piel se acomoda a su nueva forma. Una vez Diana termino su transformación, lavo su cuerpo y se vistió con una bata negra que la estaba esperando en la orilla del manantial. Diana dirigió una leve seña a sus dos discípulos y ellos empezaron a transfigurarse mientras ella los observaba. Una vez cambiaron a su forma humana, estos dos siguieron a Diana hacia el salón del concilio. Ambos continuaron desnudos. Hay algo acerca de los lobos que deben saber, les encanta estar desnudos. La desnudez les recuerda la libertad animal que poseen. Así, en plena confidencia de su libertad animal, entraban hacia el salón del Concilio.

Tan pronto los lobos entraron al salón del Concilio deje a Ettie V en el manantial. Mientras ella se preparaba para la reunión con el Concilio yo salí hacia la entrada de la gruta. Allí, junto a Hektor, espere por su llamado. Durante varios meses habíamos hecho esta misma rutina. Poco a poco, ya sabia mas sobre Hektor y sus planes futuros para Cerro Mesa, los piratas y Silma. Creo que llegamos a congeniar bastante. Su último consejo era que debía irme y abandonar Isla Pirata, así no tendría la necesidad de matarme. Esto lo afirmaba con una amable sonrisa. El entendía nuestra posición común; teníamos maestros a quien obedecer y proteger. Eramos como los lobos de Diana, lo único que teníamos una fecha de expiración mas lejana. Así continué en la entrada de la gruta junto a Hektor hasta que Ettie V vino a buscarme.

Finalmente entramos al aposento del concilio. Por fin estábamos en el Triangulo. En cada punta del Triangulo había un trono. Cada trono estaba fabricado con un material distinto. El primer trono, fabricado en piedra ónix negra, pertenecía a Diana. Este trono negro representaba el poder de la noche. El segundo trono, fabricado en oro solido, pertenecía a Silma. Este representaba el poder del día. Y el ultimo trono, fabricado en cristal, pertenecía a Ettie V. Este ultimo representaba el poder del espíritu. Cuando llegamos al Triangulo, ya Silma y Diana estaban sentadas en sus tronos esperando a Ettie V. Una vez Ettie V se sentó en su trono, los dos lobos y yo salimos del aposento del Concilio. Nuestro deber era proteger a nuestro delegado del Concilio hasta llegar a la reunión, no participar de la misma. Con nuestra salida ya la reunión podía comenzar.

El concilio duraría unas tres horas si no habían complicaciones. En estas reuniones; se resolvían conflictos entre las diferentes facciones, se determinaba los saqueos que debíamos realizar, como nos dividiríamos los despojos de guerra, que facción se quedaría a defender el fortín, y quienes participarían de los saqueos. En adición, se trataban casos como el mio. Yo deseaba que se me dejara libre de las obligaciones piratas. Esto era un tema controvertible debido a que yo era poseedor de información privilegiada sobre Cerro Mesa, La Isla Pirata y su Concilio. Esta información privilegiada podía caer en manos equivocadas si no era cuidadoso. Si alguien me reconocía podrían tratar de torturarme o chantajearme para que les proporcionara dicha información. Por estas razones, no era común que se permitiera la separación de un pirata de su casa de origen, era preferible eliminarlo. Esta iba a ser la complicación de la noche para el Concilio. De un lado, Ettie V ponía su confianza absoluta de que yo no seria una amenaza. Del otro lado, Silma entendía que no era prudente de mi parte abandonar la isla y el fortín. En el medio, Diana pensaba que era una oportunidad que no debían dejar pasar. Para ella, era hora de expandir el circulo de influencia del Concilio Pirata. Conmigo el concilio podía tener un enlace con el mundo exterior. Ella entendía, que era el momento para movernos hacia el futuro. En conclusión, ella pensaba que yo debería perseguir mi futuro pero que debería continuar como un agente infiltrado. Un agente infiltrado podía ser muy útil para los piratas. Tendríamos todo el conocimiento de una compañía de gran nombre como West Yard et Hall. Tendríamos información sobre sus buques y sus rutas. Con esta información seriamos capaces de planear nuestros próximos ataques y llenar nuestras arcas. ¿Que debían decidir?

Mientras ellas deliberaban, Hektor continuaba vigilando la entrada de la gruta, yo aprovechaba para dormir un rato y los dos lobos jugaban a cambiar de forma. Esto era típico con los lobos en su primer día. Aunque la transformación era dolorosa, la curiosidad de entender el proceso los llevaba a cambiar en repetidas ocasiones. Era irónico que esta experiencia nueva seria lo ultimo que estos chicos experimentarían. Al final de la noche su destino estaba escrito. En algún momento durante la noche serian incapaces de cambiar a lobo. La cantidad de sangre que Diana les ofreció solo duraría para una noche pero ellos pensaban que eran escogidos para igualar a su creadora. El ser un cazador aparentaba ser una buena oferta de vida pero una vez se acabara la noche estos cazadores serian la presa de una cazadora mucho mas peligrosa, su dueña. La realidad era la siguiente; mientras Ettie V y Silma se beneficiaban de tener respaldo si ocurría algún imprevisto, lo mismo no era cierto con Diana. En su forma de mujer-lobo podía enfrentar fácilmente a mas de treinta hombres armados. Su rapidez y sus reflejos aumentados no eran fáciles de comparar o superar. Por esta razón, Diana no necesitaba refuerzos. La pregunta que esta en su mente es: ¿Por que venir acompañada de dos lobos? Muy sencillo, Diana pasaría la mayoría de la noche reunida en el Concilio y no tendría tiempo para su cacería nocturna. Así que estos dos lobos iban a ser su merienda nocturna. Triste pero cierto.

Mientras pensaba acerca de los dos lobos de Diana, la reunión del Concilio termino y las tres salieron del aposento. Diana se disculpo con nosotros y pidió a sus dos acompañantes que la acompañaran al salón del Concilio. Así lo hicieron los dos ingenuos y ese fue el preludio de su final. Diana nos sonrió para luego cerrar las puertas del aposento. Luego solo se escucharon gruñidos, gritos y llantos. De momento solo sus gruñidos dominaban el ambiente. Ese fue el final de sus dos lobos.

Silma se despidió y se dirigió hacia la entrada de la gruta. Allí encontró a Hektor quien ya estaba cansado de esperar. Ella le dio un beso y el la tomo por la cintura. Así unidos saltaron hacia el acantilado, luego Hektor abrió sus alas para disminuir la velocidad de la caída para finalmente mover sus alas con fuerza y emprender el vuelo hacia a Cerro Mesa.

Ettie V me miro y me dijo las siguientes palabras; "Eres libre para seguir tu camino. No nos debes nada. Te ayudaremos para que consigas lo que buscas. Para eso estamos los hermanos. Tenemos mucho trabajo para solo dos días." Le di las gracias por su ayuda y luego salimos de la gruta y emprendimos el camino a nuestra casa desde la gruta por ultima vez. Nunca mas he vuelto a pisar la gruta donde se lleva a cabo el Concilio Pirata.

Cuando estuvimos de vuelta en casa ya era la mañana. Sentada en la mesa encontramos solo a Silma. Ya Hektor había vuelto a su sueno diurno en el risco pedregoso del acantilado. Junto a ella nos sentamos Ettie V y yo. Ella nos ofreció café pero decidimos tomar cerveza. Era muy temprano para tomar café. Mientras bebíamos, llego Diana desnuda cubierta de sangre de los pies a la cabeza. Siempre era la ultima en volver a casa y siempre en un estado fatal. Diana nos saludo mientras se limpiaba la cara con una de las toallas de la cocina. Ettie V la miro decepcionada como la miraba todas las mañanas. Y como todas las mañanas le dijo lo que le molestaba; "Otra toalla de la cocina que se va a la basura." "Es cierto que eres una mujer-lobo pero podrías tratar de llegar mas limpia a la mesa en las mañanas." Diana, Silma y yo nos miramos y empezamos a reírnos. Ettie V simplemente nos ignoro. En la mesa hablamos de lo que cada uno tenia que hacer para ayudarme a conseguir lo que deseaba. Silma debía conseguir un barco que nos llevara a Isla Magna. Diana debía ayudarme a cambiar mi identidad y apariencia de pirata. Y por ultimo, Ettie V debía ayudarme a conseguir información sobre West Yard et Hall y los buques propulsados por vapor. Mucho trabajo para solo dos días pero teníamos nuestra amistad impulsándonos. Teníamos el viento a nuestro favor.


ECJ

Hola

Hola desde Juncos. Feliz Navidad. 




J.A.

domingo, 19 de diciembre de 2010

El Triangulo

La misma noche en que recibí la carta convoque al concilio de piratas que regían el Cerro Mesa. Dado que entre piratas es difícil tener un líder, el grupo había decidido crear un concilio que representara sus diferentes facciones. Los miembros variaban dependiendo las divisiones que existieran entre Cerro Mesa. Hace varios años atrás, el concilio llego a contar con siete miembros pero en los últimos dos años habían logrado unificar a Cerro Mesa bajo tres miembros. Tres miembros era el mínimo requerido para tener el concilio vigente.

El principal deber del concilio era simple, en teoría. Mantener el orden entre piratas, sin pretender ser los lideres de los piratas. El problema primordial, es que los piratas de por si son conflictivos. La piratería propicia la anarquía, el robo y la ilegalidad. Estas características innatas de los piratas los hacer ser indomables, no dirigibles y siempre en busca de poder. Por estas mismas características, los piratas no podían vivir en un régimen democrático. Para cada pirata ,el mismo debería ser el líder. Entonces, ¿Como crear un concilio que sea respetado? La respuesta, cada miembro deber poseer algún atributo de poder que evite que otros puedan retarlo. Cada miembro del consejo debía inspirar miedo o respeto sobre un grupo mayoritario de los miembros de Cerro Mesa.

El concilio actual de los piratas de Cerro Mesa estaba compuesto por tres miembros: Silma, Diana y Ettie V. Entre ellas dirigían el destino de Cerro Mesa y sus habitantes. Dado que los piratas de Cerro Mesa no tenían un líder, el concilio era la máxima autoridad para la toma de decisiones. Entre ellas se desidia si los piratas íbamos a guerra o si íbamos a festejar al Faro de Pedro. Ellas establecían quien pertenecía al grupo y quien no tenia posibilidad de pertenecer. Para pertenecer al grupo se requería el voto unánime de cada uno de los miembros del concilio. Ademas el nuevo miembro debía jurar lealtad a unos de los miembros del concilio.

En mi caso, yo tenia una deuda de vida con Ettie V. Ella había salvado mi vida cuando llegue a la Isla Pirata. Como Ettie V. había salvado mi vida el día que llegue al Faro de Pedro era otra historia que contaría luego. Debido a esto, yo le debía lealtad y respeto. Romper ese lazo sin el consentimiento de Ettie V me costaría la vida. El poder de Ettie V estaba basado en la adivinación y que podía hablar el lenguaje de los felinos. Ella podía ver e influenciar los pensamientos de los hombres y los felinos. Sin embargo, no podía leer la mente de mujeres u otros animales. Por esto, las mujeres no eran permitidas entre los seguidores de Ettie V. Por este detalle, los demás miembros del consejo eran mujeres. Y por esta misma razón, Ettie V no controlaba todo Cerro Mesa. Ettie V contaba con otra característica la cual era vital para su liderazgo. Ella tenia dos personalidades, las cuales usaba a su antojo. Delante de sus enemigos y seguidores ella era implacable y autoritaria. Nadie deseaba ver a Ettie V furiosa. Muchos pensaban que cuando ella estaba molesta, Cerro Mesa se sumía en tormenta y depresión. Por ese detalle, muchos evitaban enfurecer a la que muchos consideraban la verdadera Reina de los Piratas de Cerro Mesa. Sin embargo, para sus amigos Ettie V era una aliada incansable y amable. Para mi Ettie V, se convirtió en familia, una hermana que me apoyaría por muchos años futuros. Por todas estas cosas, era a Ettie V la primera que debía convencer para que me liberara de mi deuda de vida.

Diana por su parte, era la mas amable y amorosa de las tres miembros del consejo, pero solo durante los días. Los días de Diana, los pasaba encerrada en su guarida. De noche, vestida de negro, se dedicaba a alimentarse a sus anchas. Diana, como su nombre lo indica era una cazadora muy prolífica. Su arma predilecta eran sus colmillos y sus garras. Diana cazaba indiscriminadamente hombre o mujeres dependiendo de su apetito. Su ejercito de seguidores sabían de su condición y evitaban cruzar palabras ofensivas o disputas con ella. Su condición de poder era la metamorfosis lupina. Diana podía transformarse en mujer con características de loba solo durante las noches. Otras de sus características era que ella controlaba cuando se transformaba y que sus transformaciones no dependían de las fases de la luna. La rutina de Diana era descansar en su guarida durante el día y salir a devorar a otros seres durante las noches. Por ende, un difícil oponente para vencer. Durante el día, ella tenia una mascota en forma de hombre que se encargaba de cuidarla de sus enemigos. Su mascota, totalmente hipnotizado de amor no sabia quien en realidad era su dueña durante las noches. Así pasaba los días, ciego de amor y leyendo novelas de amor. Esas novelas de amor, nos las recitaba, con sus ojos llorosos, al resto de los piratas cuando estábamos reunidos, quisiéramos o no. Lo se, ese era el pirata mas fresa que existía o jamas existirá en Cerro Mesa o en cualquier otra colonia pirata. Su nombre ni me viene a la memoria. Diana y yo, eramos aliados de mil y una aventuras. Yo sabia que ella me apoyaría delante del consejo. Desde que Ettie V me trajo a Cerro Mesa, ella me defendió de los demás piratas y eso nos unió en amistad.

Finalmente, Silma, quien fue la ultima miembro admitida al concilio, era una mujer de estatura pequeña pero de apariencia dominante. A pesar de que ella era el ultimo miembro en ser admitido al consejo, ella tenia la mayor cantidad de seguidores. Entre sus seguidores había hombres y mujeres por igual. Silma promovía la igualdad entre ambos sexos. Esta igualdad era la base de su poder. Mas aun, Silma tenia en su poder un amuleto de plata con el cual hipnotizaba a hombres y mujeres a su antojo. Entre su grupo de seguidores habían; vendedores, banqueros, y hombres de negocio. Una vez sus victimas posaban sus ojos en el amuleto, perdían su voluntad y se convertían en sus seguidores. Era como un tipo de infección. Con el poder de su amuleto, Silma había logrado convertir a una de las gárgola del edificio del Banque de L'Europe. El Banque de L'Europe fue el edificio bancario mas grande de las islas del sur. Localizado en la isla francesa La Nouvelle-Corsica, en este banco se guardaban las riquezas que Francia colectaban de las islas. Cada tres meses la flota de La Nouvelle-Corsica zarpaba con sus barcos llenos de tesoros hacia Francia. Cuando la flota regresaba a La Nouvelle-Corsica continuaban con su recorrido de colectas por otros tres meses. Durante los días, cien soldados destacados en La Soleil Garde custodiaba el banco y sus alrededores. Una vez caía la noche, La Soleil Garde se retiraba a descansar y cuatro gárgolas despertaban de su descanso de piedra diurno. Muchos piratas habían tratado de saquear el Banque de L'Europe pero ninguno tuvo éxito hasta que Silma llego a las costas de La Nouvelle-Corsica. ¿Como Silma logro que el líder de La Soleil Garde, el medico Emile V. Petit, mandara a sus cien soldados hacia las islas del norte para así apoderarse de el tesoro del Banque de L'Europe?, es otra historia. Lo que si todos conocemos es que ese día, Silma saqueo el Banque de L'Europe y destruyo tres de las gárgolas del mítico edificio. El, ¿Por que perdono la cuarta gárgola?, es parte de otra historia. Lo que esta claro es que su amuleto funciono con la gárgola, la cual servia a su voluntad desde entonces.

A estas tres mujeres le debía mi destino. ¿Permanecería siendo un pirata a servidumbre de Ettie V hasta el final de mis días? o ¿Me permitirían buscar mi destino en Isla Magna? Frente a estas tres mujeres de alto poder me encontraba esa noche. Frente al Concilio de Isla Pirata debía explicar mi situación y cuanto estaba dispuesto a sacrificar por mi destino. Este era el triangulo que dirigía Cerro Mesa y yo estaba en el medio.



ECJ

martes, 7 de diciembre de 2010

La Carta

Cinco meses habían pasado desde mi llegada a la Isla Pirata. El aburrimiento se había hecho parte de mis días. Aunque amaba a mis nuevos amigos, deseaba emprender mi rumbo de vuelta al mar. Sabia que pronto la locura consumiría mis pensamientos. Sabia que necesitaba levantarme y seguir mi camino. ¿Como empezar a buscar la salida?, era mi dilema.

Solo necesitaba encontrar un barco al cual le hiciera falta tripulación hábil. En mi antigua embarcación, yo me dedicaba a mantener las áreas y los equipos en buenas condiciones. Era muy hábil en muchas tareas. Podía limpiar el piso de la cubierta o el casco de la embarcación. Así también sabia remendar redes de pescar y las velas del navío. También había aprendido a cocinar y hasta sabia sobre las artes de la destilación. Solo necesitaba esperar el barco adecuado.

Cada vez que llegaba un barco a los muelles de la Isla Pirata, yo iba a presentarme ante su capitán. El único problema era que nunca buscaban tripulación en esta Isla. Ellos sabían que en la Isla Pirata había gran cantidad de piratas, contrabandistas y asesinos. De tal manera que nunca venían los barcos con intención de reclutar personal. Los capitanes nos ignoraban o nos escuchaban para luego reírse. Lo que era común era que nos sacaban de cada muelle que visitábamos. Después de un mes me di cuenta que esta estrategia no iba a funcionar.

Ya estaba convencido, si quera ser reclutado tendría que mudarme de isla, tendría que ser un nómada. Pero, ¿Hacia donde debía ir? Como una opción, empece a coleccionar los periódicos que venían en estos barcos visitantes. Estos periódicos contenían información de otras islas. La información que buscaba era la relacionada a empleos u oportunidades en otras islas. Según leía, me daba cuenta que estaba en el lugar equivocado. La mejor actividad era hacia las islas del norte. Mi isla quedaba en el oeste; lugar de piratas, espías, pensadores, aprendices y otros elementos no deseados por la sociedad laboral. En adición, contaba con poca experiencia. ¿Como obtener experiencia si nadie desea ofrecerte un trabajo donde ganar experiencia?

Durante mi ultimo mes en la Isla Pirata, hable con cientos de viajeros. Unos eran espías, que buscaban secretos de organizaciones opuestas. Otros eran políticos, que te ofrecían conseguirte un puesto donde tu quisieras, si les jurabas lealtad y le hacías campana. Hable con asesinos que disfrutaban de su instinto primario de matar sin necesidad. Escuche como pensadores y aprendices discutían sobre el origen de la vida y otros misterios sin solución. Entre toda la gente que conocí y compartí experiencias pensé que había perdido el tiempo. Tanto hablar e intercambiar ideas y seguía sin sitio a donde ir y sin encontrar mi lugar en algún navío. Así que cada día volvía a Cerro Mesa mas desilusionado que el día anterior.

Todo esto cambio el día en que llego un mensajero de las islas del norte. Este mensajero traía consigo una carta dedicada a mi persona. En esta carta, se exigía mi presencia en los muelles de la Isla Magna. Isla Magna era una de las islas con mas progreso de las islas del norte. En la carta me explicaban que la compañía naviera West Yard et Hall deseaba mis servicios basado en mi experiencia con navíos propulsados con vapor. En adición, indicaba que dentro de dos días debía entrevistarme con el Capitán Drew B. Norf, Líder de la Orden del Agua, Señor de los 15 Navíos y Caballero de la Real Academia. Tan pronto el mensajero leyó la carta, dio media vuelta y empezó a caminar hasta perderse en el horizonte.

Después de leer la carta estaba muy confundido. Conocía de West Yard et Hall, pero pensaba que estaba fuera de mi alcance. Pero, ¿Quien es Drew B. Norf?, ¿Que es la Orden del Agua?, ¿Cuales son los 15 navíos?, ¿ Que es la Real Academia?, y ¿Por que pensaban que yo conocía sobre navíos propulsados con vapor? Nunca había trabajado en un navío propulsado por vapor. No sabia nada al respecto. ¿Que debía hacer?, ese era el nuevo dilema. Tenia un día para pensarlo. 


ECJ
 

domingo, 5 de diciembre de 2010

La Isla Pirata

Hace ocho años la embarcación donde navegaba comenzó a llenarse de agua. Después de varias tormentas y huracanes ya la embarcación estaba por hundirse. Yo y mis compañeros fuimos obligados a bajarnos de la nave por la fuerza. Entiendo hoy que lo hicieron para reducir el peso del barco y evitar que se siguiera hundiendo. Aun así fue complicado. Yo no esperaba una jugada como esa. Mis compañeros tampoco la esperaban. Tanto esfuerzo invertido para al final ser traicionado.

Ciento-veinticinco marineros fuimos al mar ese día. A algunos se les proveyó salvavidas, a otros se les proveyó botes y otros como yo nos fuimos sin nada. Así que ese mismo día comencé a nadar. Sabia hacia que dirección quedaban mi puerto y mi familia, pero no deseaba volver en el estado que me encontraba. Me sentía desilusionado y derrotado. Entonces tuve la idea de nadar en dirección contraria, nadar hacia donde sabia no debía ir.

Nade por dos días hasta ver un pedazo de tierra a lo lejos. Pude avistar ese pedazo de tierra gracias a la luz que emanaba de un farro que estaba construido en su costa. Nade un poco mas y llegue hasta la orilla. Cerca de la orilla se encontraba el farro que había visto a lo lejos. Sin embargo, este farro estaba en ruinas. En su lugar los nativos habían construido una taberna. Las luces de la taberna por la noche eran tan fuertes que podían verse a lo lejos dando la ilusión que el faro aun funcionaba. Irónicamente la destrucción del farro había sido una artimaña para mantener a la isla aislada de viajeros extranjeros. Dada mi presencia en la isla, era un claro indicio de que la idea no funciono.

Al entrar a la taberna me pude percatar que esta isla era un escondite de bandidos y piratas. El olor a ron y tabaco inundaban el lugar. Las mujeres bailaban y los hombre peleaban en círculos creados por otros hombres y mujeres. Era una anarquía en la cual reinaba el Pirata Pedro, dueño de la taberna. El fue uno de los primero en detectar la amenaza que presentaba el faro. Así que un día reunió a su gente y decidieron atacarlo. En solo un día tomaron control del fortín que protegía la torre y la luminaria del farro. Ese mismo día derrumbaron la torre y apagaron su luz. Irónicamente, las fiestas que realizaban cada noche generaban tanta o mas luz para guiar a los viajeros hacia la isla. Allí por casualidad conocí a los piratas de Cerro Mesa bebiendo y fumando en una mesa.

Los piratas de Cerro Mesa era un grupo de náufragos como yo que andaban en busca de embarcación para emprender sus viajes. Estos piratas no tenían líder, ni tampoco embarcación. Tampoco tenían un oficio fijo o bienes materiales en exceso. Lo que si tenían estos piratas era buenos corazones. Al verme supieron que algo me había pasado y que necesitaba de su ayuda. Ese mismo día subí con ellos a Cerro Mesa. Cerro Mesa era el lugar donde se encontraba su guarida.

El dinero y lo material no significaban nada en Cerro Mesa. Lo único que importaba eran tus habilidades para sobrevivir y tu astucia. No teníamos nada, pero nunca faltaba nada. Teníamos amor, familia, respeto y un hogar. Solo nos faltaba una embarcación con un propósito mayor. Esto al final era lo que acababa con los piratas o marineros en tierra. La falta de embarcación y de propósito nos terminaba por volver locos. Aun así decidí permanecer en Cerro Mesa y unirme a su grupo de piratas. Allí deje crecer mi cabello y recibí mis marcas de pirata. Aprendí a tener malicia, ser astuto y ha convencer con mi palabra. Después de Cerro Mesa era un pirata, si deseaba algo lo tomaba. Allí entendí que Dios solo favorece a los arriesgados. 

Varios años después me entere que la embarcación donde navegue antes de llegar a la Isla Pirata había naufragado. Tristemente se hundió en un arrecife. Estaba tan débil que no pudo aguantar el golpe y se deshizo. La mayoría de sus tripulante perecieron en ese accidente predecible. Por no bajarse a tiempo no sobrevivieron. Gracias a ellos que me bajaron a tiempo hoy sobrevivo en mi propia embarcación.


ECJ

sábado, 4 de diciembre de 2010

Viaje sin Regreso

Hace ocho años atrás comencé un viaje hacia un mundo mejor. Durante ese viaje he aprendido muchas cosas. Cosas que han cambiado mi vida. Algunas para bien y otras para mal. El resultado es un viaje sin vuelta atrás: un viaje sin regreso. 

En este viaje he navegado en las embarcaciones de otros y he hasta creado mi propia embarcación. He visto como las naves de otros han naufragado y he visto otras naves perderse en el horizonte. En fin cada persona es el capitán de su propia nave y la dirige según su antojo. 

Este es el recuento de los últimos dos años de mi actual embarcación. No es fácil saber que la misma naufragara en algún momento. Pero si les puedo decir con seguridad es que yo voy a sobrevivir. Naufragare, viviré aventuras, me rescatare y al final creare una nueva nave con la cual continuare hacia nuevos mares.

Que pasara? No se aun. Tendrán que seguir leyendo.



El Capitán JIM