martes, 7 de diciembre de 2010

La Carta

Cinco meses habían pasado desde mi llegada a la Isla Pirata. El aburrimiento se había hecho parte de mis días. Aunque amaba a mis nuevos amigos, deseaba emprender mi rumbo de vuelta al mar. Sabia que pronto la locura consumiría mis pensamientos. Sabia que necesitaba levantarme y seguir mi camino. ¿Como empezar a buscar la salida?, era mi dilema.

Solo necesitaba encontrar un barco al cual le hiciera falta tripulación hábil. En mi antigua embarcación, yo me dedicaba a mantener las áreas y los equipos en buenas condiciones. Era muy hábil en muchas tareas. Podía limpiar el piso de la cubierta o el casco de la embarcación. Así también sabia remendar redes de pescar y las velas del navío. También había aprendido a cocinar y hasta sabia sobre las artes de la destilación. Solo necesitaba esperar el barco adecuado.

Cada vez que llegaba un barco a los muelles de la Isla Pirata, yo iba a presentarme ante su capitán. El único problema era que nunca buscaban tripulación en esta Isla. Ellos sabían que en la Isla Pirata había gran cantidad de piratas, contrabandistas y asesinos. De tal manera que nunca venían los barcos con intención de reclutar personal. Los capitanes nos ignoraban o nos escuchaban para luego reírse. Lo que era común era que nos sacaban de cada muelle que visitábamos. Después de un mes me di cuenta que esta estrategia no iba a funcionar.

Ya estaba convencido, si quera ser reclutado tendría que mudarme de isla, tendría que ser un nómada. Pero, ¿Hacia donde debía ir? Como una opción, empece a coleccionar los periódicos que venían en estos barcos visitantes. Estos periódicos contenían información de otras islas. La información que buscaba era la relacionada a empleos u oportunidades en otras islas. Según leía, me daba cuenta que estaba en el lugar equivocado. La mejor actividad era hacia las islas del norte. Mi isla quedaba en el oeste; lugar de piratas, espías, pensadores, aprendices y otros elementos no deseados por la sociedad laboral. En adición, contaba con poca experiencia. ¿Como obtener experiencia si nadie desea ofrecerte un trabajo donde ganar experiencia?

Durante mi ultimo mes en la Isla Pirata, hable con cientos de viajeros. Unos eran espías, que buscaban secretos de organizaciones opuestas. Otros eran políticos, que te ofrecían conseguirte un puesto donde tu quisieras, si les jurabas lealtad y le hacías campana. Hable con asesinos que disfrutaban de su instinto primario de matar sin necesidad. Escuche como pensadores y aprendices discutían sobre el origen de la vida y otros misterios sin solución. Entre toda la gente que conocí y compartí experiencias pensé que había perdido el tiempo. Tanto hablar e intercambiar ideas y seguía sin sitio a donde ir y sin encontrar mi lugar en algún navío. Así que cada día volvía a Cerro Mesa mas desilusionado que el día anterior.

Todo esto cambio el día en que llego un mensajero de las islas del norte. Este mensajero traía consigo una carta dedicada a mi persona. En esta carta, se exigía mi presencia en los muelles de la Isla Magna. Isla Magna era una de las islas con mas progreso de las islas del norte. En la carta me explicaban que la compañía naviera West Yard et Hall deseaba mis servicios basado en mi experiencia con navíos propulsados con vapor. En adición, indicaba que dentro de dos días debía entrevistarme con el Capitán Drew B. Norf, Líder de la Orden del Agua, Señor de los 15 Navíos y Caballero de la Real Academia. Tan pronto el mensajero leyó la carta, dio media vuelta y empezó a caminar hasta perderse en el horizonte.

Después de leer la carta estaba muy confundido. Conocía de West Yard et Hall, pero pensaba que estaba fuera de mi alcance. Pero, ¿Quien es Drew B. Norf?, ¿Que es la Orden del Agua?, ¿Cuales son los 15 navíos?, ¿ Que es la Real Academia?, y ¿Por que pensaban que yo conocía sobre navíos propulsados con vapor? Nunca había trabajado en un navío propulsado por vapor. No sabia nada al respecto. ¿Que debía hacer?, ese era el nuevo dilema. Tenia un día para pensarlo. 


ECJ
 

1 comentario: